Benditos son los pies de los que anuncian buenas nuevas de gozo y llevar el mensaje de esperanza a los desesperados.
Como una lluvia en un desierto caluroso y polvoriento, restauran el
entusiasmo de la vida a los que han desanimado en su trabajo para el
Señor.
Su mensaje siempre parece oportuna y llega justo justo a tiempo para que
los siervos del Señor que soportar su sufrimiento para otro día.
Su mensaje eleva el espíritu de cada uno y devuelve la alegría del Señor para la vida de muchos.
Ellos tienen el poder de revivir el cuerpo de Cristo y para restaurar el vínculo de amor entre Dios y sus hijos.
Las palabras que hablan son palabras de la inspiración directamente desde el trono de Dios dotado de vida.